martes, 26 de mayo de 2009

"Historia de la Terapia ocupacional"


INTRODUCCIÓN.
En 1986 la American Ocupational Therapy Association (AOTA) define la Terapia Ocupacional como: “ el uso terapéutico de las actividades de autocuidado, trabajo y juego para incrementar la independencia funcional, aumentar el desarrollo y prevenir la incapacidad, puede incluir la adaptación de tareas o del entorno para alcanzar la máxima independencia y para aumentar la calidad de vida”
Otra definición de Terapia Ocupacional: “es el arte y la ciencia de dirigir la participación del hombre en tareas seleccionadas para restaurar, fortalecer y mejorar el desempeño, facilitar el aprendizaje de aquellas destrezas y funciones especiales para la adaptación y productividad, disminuir y corregir patologías, promover y mantener la salud. Interesa fundamentalmente la capacidad, a lo largo de la vida, para desempeñar con satisfacción para sí mismo y otras personas aquellas tareas y roles esenciales para la vida productiva, el dominio de sí mismo y el ambiente”
La esencia de la Terapia Ocupacional (TO) descansa en el uso de las actividades como medio de tratamiento, con una meta mínima de mejorar la calidad de vida y una máxima de completar la rehabilitación o habilitación para una plena incorporación y un desarrollo satisfactorio en la sociedad.
USO DE LA OCUPACIÓN COMO MEDIO TERAPÉUTICO EN LA ANTIGÜEDAD.
El uso terapéutico de la actividad y del movimiento ha sido aprendido desde los inicios de las civilizaciones. Ya en el año 2600 a.C., los chinos pensaban que la enfermedad era generada por la inactividad orgánica y utilizaban el entrenamiento físico, mediante una serie de ejercicios gimnásticos, para promover la salud e incluso, según sus creencias, para asegurar su inmortalidad.
Los griegos, desde Escolapio(600 a.C.) en la ciudad de Pérgamo, hasta Pitágoras, Tales de Mileto u Orfeo(600 a. C. - 200 a.C.), utilizaron las canciones, la música y la literatura como medio terapéutico. Hipócrates recomendaba la lucha libre, la lectura y el trabajo con el fin de mantener y mejorar el estado de salud.
Cornelio Celso, ya en Roma, recomendaba la música, la conversación, la lectura, el ejercicio hasta el punto de la fatiga, los viajes e incluso un cambio de escena para mejorar las mentes trastornadas.
Galeno (131-201 a.C.) defendía el tratamiento mediante la ocupación, señalando que el empleo es la mejor medicina natural y es esencial para la felicidad humana.
Durante la Edad Madia apenas se desarrolla la idea del uso de la ocupación con fines terapéuticos y hay que esperar para ello al Renacimiento, con el resurgir de todas las ciencias. Entre los años 1250 y 1700 el interés científico se dirigió hacia el análisis del movimiento tomando nota especial del ritmo, la postura y el gasto de energía.
Ramazzoni resalto la importancia de la prevención frente al tratamiento, así como la conveniencia de observar al paciente en su lugar de trabajo.
Más o menos al mismo tiempo, Sanctorius desarrollo su idea del metabolismo y señalo que los ejercicios ocupacionales y la recreación podían incrementar la vitalidad.
Durante los siglos XVIII y XIX aparecieron gradualmente los patrones embrionarios de las especialidades de fisioterapia y terapia ocupacional, auque fue algo más tarde cuando adquirieron forma reconocible.
En 1750 Tissot clasifico el ejercicio ocupacional como activo, pasivo y mixto, recomendando actividades tales como la costura, tocar el violín, serrar, martillear, cortar madera, cabalgar y nadar. En 1786 Pinel prescribió ejercicios físicos y ocupaciones manuales en la creencia de que la labor manual ejecutada rigurosamente era el mejor método de asegurar una buena moral y disciplina entre los pacientes del hospital psiquiátrico.
En Gran Bretaña los servicios de tratamiento suplementario y especializado comenzaron a emerger como nuevas profesiones.
La Primera Guerra Mundial introdujo la fisioterapia, pero fue la Segunda Guerra Mundial cuando se reconoció la TO oficialmente.
La historia nos sugiere que la profesión de TO emerge, a finales del siglo XIX, como parte del descubrimiento del valor de las ocupaciones como tratamiento.
INICIOS DE LA PROFESIÓN EN LOS ALBORES DEL SIGLO XX.
Estados Unidos
Adolf Meyer, psiquiatra que trabajo a finales del siglo XIX y principios del XX, proporciono a la TO una base filosófica sobre la cual pudo crecer. Meyer creía que los ritmos de la vida ( trabajo, juego, descanso y sueño) debían mantener un equilibrio y que este se conseguía por el hacer y la practica habitual, con un programa de vida saludable como base para un sentimiento o emoción saludable.
En 1892 escribía: “el uso apropiado del tiempo en alguna actividad útil y gratificante parecen ser una cuestión fundamental en el tratamiento de pacientes neuropsiquiátricos”
Susan E. Tracy, durante su formación como enfermera en 1905 y mientras trabajaba con pacientes ortopédicos encamados, se dio cuenta de los beneficios de la ocupación para aliviar la tensión nerviosa y permitir a estos pacientes tolerar el encamamiento. Tracy también creía, como Meyer, que la relación interpersonal entre el instructor y el paciente era un elemento importante para el éxito del tratamiento ocupacional.
Herbert J. Hall, medico que practicó la medicina en los inicios del siglo XX, prescribía la ocupación para sus pacientes ( lo que él denominaba “cura de trabajo”) como un tipo de medicina para dirigir el interés y regular la vida. En 1906 estableció un taller en el que se usaban el tejido a mano, la talla de madera y la cerámica como tratamiento de la neurastenia. Hall creía que la adecuada ocupación de la mano y de la mente es un factor muy influyente en el mantenimiento de la salud física, mental y moral en el individuo y en la comunidad.
El Dr. William Rush Dunton Jr. está considerado como el padre de la profesión. Como psiquiatra, ya en 1895, utilizaba la TO como tratamiento de los pacientes mentales.
En 1919 el Dr. William Rush Dunton Jr., estableció un credo para los terapeutas ocupacionales:
La ocupación es tan necesaria para la vida como el comer y el beber.
Todo ser humano debe tener ocupación física y mental.
Todos han de tener ocupaciones en las que practicar o distraerse. Éstas son las más necesarias cuando la vocación está apagada o es poco grata. Todo individuo debe tener, al menos, dos entretenimientos: uno interior y otro exterior. Un gran número de ellos ampliara los intereses y la inteligencia.
Las mentes, los cuerpos y las almas enfermas pueden sanar a través de la ocupación.
La Primera Guerra Mundial trajo consigo el entrenamiento de los “auxiliares de reconstrucción”,
En julio de 1921 se graduaron 1685 auxiliares de reconstrucción, fue cuando la TO empezó a introducirse en el terreno científico relacionado con el tratamiento de la incapacidad física. Específicamente fueron utilizados por primera vez dispositivos, técnicas y métodos como el análisis cinesiológico de las actividades, el desarrollo de elementos para medir la fuerza y el grado de movilidad y el diseño de piezas del equipo adaptadas para ayudar a ejecutar movimientos específicos destinados a incrementar la fuerza y el grado de movimiento.
La rica y profunda herencia que hemos recibido de estos antepasados se puede resumir brevemente en los siguientes puntos:
Consideración de las labores manuales y creativas como modalidad restauradora.
Utilización de las necesidades, valores e intereses de los pacientes para le estimulación de la actividad constructiva.
Aprovechamiento de las destrezas existentes y desarrollo de otras nuevas para remediar la patología.
Importancia de la relación interpersonal y de las interacciones para establecer y mantener un proceso terapéutico.
Desarrollo de técnicas y dispositivos para disminuir la incapacidad.
Aceptación del consejo básico de que la ocupación (actividad significativa y con un propósito) puede ser una fuerza positiva que influya sobre el estado de salud de un individuo.
Gran Bretaña
A raíz de la Primera Guerra Mundial, la TO fue introducida en Escocia, en 1919 por el Dr. Henderson, en un hospital psiquiátrico moderno.
En 1925 comenzó a trabajar en Gran Bretaña la primera terapeuta ocupacional Margot Fulton (formada en la escuela de Filadelfia).
En 1930 se fundó la primera escuela de TO en la Dorset House. En pocos años se fundaron otras escuelas en Londres, Northampton y en Exeter.
En 1936, el Dr Cuningham, del Astley Ainslie Hospital de Edimburgo, pidió la colaboración de terapeutas ocupacionales canadienses para fundar un departamento y centro de formación.
DESARROLLO DE LA PROFESIÓN EN ESPAÑA: ORÍGENES
La Escuela Nacional de Terapia Ocupacional (ENTO), fundada por el Dr. Ruiz, fue creada por decreto del Ministerio de la Gobernación, aprobado por el Consejo de Ministros (BOE n.º 246 de octubre de 1964).
El 27 de junio de 1967 apareció en el BOE n.º 152 el Reglamento por el que había regirse la ENTO, adscrita como filial de la Escuela Nacional de Sanidad y regida por una Junta Rectora compuesta por un presidente, un vicepresidente, cinco vocales y un secretario.
Desde un principio fue criterio de la ENTO adaptar sus programas a los que rigen en la Federación Mundial de Terapeutas Ocupacionales (WFOT) y mantener contacto con dicha federación hasta su integridad definitiva (13 de agosto de 1970), adquiriendo así sus títulos, reconocimiento y validez internacional.
Con la Ley de la Reforma Universitaria, los estudios de TO aparecen por fin reconocidos como título universitario de nivel medio (BOE 20/10/1990).
La primera escuela se crea en la Universidad de Zaragoza, y a ésta le siguen la Universidad Complutense de Madrid, la Escuela de la Cruz Roja de Tarrasa y el CEU de Talavera de la Reina.
En 1996 se publica en el BOE el decreto que regula la convalidación de títulos obtenidos en la antigua ENTO.
En cuanto al desarrollo de la profesión en el ámbito de la geriatría, nos hemos de situar a principios de los 70, cuando en el Hospital de la Cruz Roja de Madrid se crean sucesivamente un dispensario y un servicio de geriatría. En estos primeros años de funcionamiento del servicio se incorpora la figura del fisioterapeuta ocupacional, primero en el hospital de día y posteriormente en las unidades de corta y larga estancia.
A mediados y finales de los 70 se incorpora la figura del terapeuta ocupacional en las residencias de ancianos. En Catalunya, con el traspaso de competencias sanitarias y sociales se desarrolla el Programa de atención a las personas mayores “Vida als Anys” en la que se cuenta con la figura del terapeuta ocupacional en los distintos niveles de atención geriátrica.
TERAPIA OCUPACIONAL EN LAS RESIDENCIAS
INTRODUCCIÓN
Con la puesta en marcha del Plan Gerontológico Nacional, las nuevas residencias, creadas pensando en una atención más personalizada, han de contar con un número menor de camas, mayores espacios y carácter abierto, con el fin de dar cobertura a todos los ancianos de la comunidad.
Rodríguez define la residencia como un “centro gerontológico abierto, de desarrollo personal y atención socio-sanitaria interprofesional, en el que viven temporal o permanentemente personas mayores con algún grado de dependencia.”
Dadas las características de pérdida funcional y funcional que presentan la mayoría de los usuarios de las residencias, estas se convierten más que en su casa, para pasar a ser un centro de atención integral.
Supone un desafío crear un espacio hogareño dentro del cual se pueda proporcionar un cuidado de calidad a un grupo variado de individuos frágiles y discapacitados.
EQUIPO INTERDISCIPLINARIO
En la residencia, el equipo interdisciplinario se compone de:
Director.
Médico.
Psiquiatra.
Fisioterapeuta.
Terapeuta Ocupacional.
Trabajador Social.
Enfermera.
Auxiliares de Clínica.
Cuidadores.
Voluntarios.
Para que el equipo funcione ha de existir una buena comunicación, buena actitud, colaboración y creatividad. La tarea del equipo es trabajar en común para desarrollar, llevar a cabo y evaluar un plan de cuidados que esté basado en las necesidades, las fuerzas y los deseos de los residentes.
Según Rubenstein, la evolución geriátrica integral es un proceso diagnóstico multidimensional e interdisciplinario, diseñado para cuantificar las capacidades y problemas médicos, psicosociales y funcionales de un determinado paciente, con la intención de desarrollar un plan de tratamiento y de seguimiento a largo plazo.
Se hará una reunión de todo el equipo para establecer un enfoque y unos objetivos. Cada miembro del equipo tras realizar una evaluación de cado residente expone sus objetivos, posteriormente se aunaran esos objetivos para obtener los objetivos comunes y unir esfuerzos para alcanzar la máxima funcionalidad de cada residente. Todos los profesionales han de buscar la mayor independencia posible de cada usuario y aportarle la mayor calidad de vida.
ATENCIÓN DIRECTA DESDE LA TERAPIA OCUPACIONAL
La intervención desde la TO se centrara en la evaluación de la capacidad funcional y en el posterior mantenimiento y / o recuperación de la misma.
El terapeuta completará una valoración global detallada de la situación funcional de residente en términos de lo que éste puede hacer y en que medida lo efectúa, desarrollando, a raíz de esa valoración, el plan inicial de cuidados entorno a todas las Actividades de Vida Diaria (AVD) (autocuidados, trabajo y ocio).
PROGRAMA DE ATENCIÓN DIRECTA
LINEAS GENERALES DEL PROGRAMA
La intervención se centra en tres puntos fundamentales para la vida de la persona:
Las áreas de ejecución que son las AVD (higiene, alimentación,...). Actividades productivas y actividades de ocio y tiempo libre.
Los componentes de ejecución o habilidades y destrezas necesarias para tener una participación satisfactoria en las distintas actividades. Son el componente sensitivo motor, el componente cognitivo, el componente psicosocial y el componente psicológico.
Los contextos de ejecución o situaciones que influyen en la participación del individuo.
Estos tres elementos van a trabajarse de forma graduada y estratégicamente, adaptados a las características de cada paciente, pero sin perder el punto de vista integral. Los problemas que puede padecer cada paciente están relacionados entre sí y afectan a su esfera física, psíquica y social. Por lo que intervendremos a estos tres niveles con el fin de mejorar la calidad de vida de cada usuario.
OBJETIVOS GENERALES DEL PROGRAMA
Mejorar la calidad de vida, fomentando el mayor grado de independencia, bienestar, autoestima y satisfacción personal.
Prevención de la incapacidad, evitar las caídas interviniendo tanto a nivel del individuo como interviniendo en el entorno.
Establecer un programa de AVD, con el fin de mantener capacidades y/ o mejorar los déficit, para proporcionar el mayor grado de autonomía.
Promover la integración social de cada usuario, estimulando los contactos sociales y las relaciones de convivencia.
Disminuir el número de complicaciones por inactividad (úlceras por presión, atrofia muscular, etc...)
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
Potenciar, estimular y mantener las capacidades necesarias para conseguir realizar las actividades de la vida diaria, básicas e instrumentales, como son la movilidad general, la marcha, el equilibrio y la psicomotricidad.
Mantener capacidades sensorio-motoras, psicológicas, cognitivas y psicosociales necesarias para alcanzar el mayor grado de independencia.
Estimular y mantener las capacidades cognitivas que se ven afectadas por el envejecimiento, memoria, atención, percepción, pensamiento lógico y abstracto, orientación temporal, espacial y personal, secuenciación, lenguaje y comunicación verbal y no verbal.
Realizar un programa de ocio y tiempo libre para evitar el sedentarismo, potenciar su autoestima e incentivar las relaciones sociales. Conseguir por medio de ocio establecer nuevas relaciones e intentar que el individuo tenga iniciativa propia para elegir en que gastar su tiempo libre.
Crear hábitos de higiene postural para evitar posibles deformaciones.
Prevención de la incapacidad
Dentro de los diversos programas de prevención que se desarrollan en la residencia, el terapeuta ocupacional llevará a cabo, entre otras posibles, las siguientes intervenciones:
- A nivel individual:
Entrenamiento de las cualidades físicas y psíquicas.
Eliminación de las barreras en el entorno inmediato.
Provisión de los dispositivos de ayuda.
Entrenamiento en las transferencias.
Reorientación de intereses.
- A nivel de grupo:
Grupos de gimnasia/ actividad física.
Grupos de información/ educación sanitaria.
Eliminación de barreas arquitectónicas.
Promoción de programas de activación.
Rehabilitación de procesos incapacitantes con posibilidad de recuperación.
La mayor parte de los programas de rehabilitación se desarrollaron principalmente en las unidades de media y larga estancia, en las residencias y en otros servicios.
Su objetivo prioritario es lograr que el anciano alcance la máxima independencia posible cuando sufre un proceso invalidante.
El programa de rehabilitación, requiere el compromiso de todo el equipo. A través de los esfuerzos de un equipo interdisciplinario se pueden coordinar los programas específicos para obtener los resultados deseados. El terapeuta ocupacional valorará específicamente la capacidad funcional para la realización de las actividades cotidianas, la función cognitiva y la capacidad actual de adaptación al medio para desarrollar el programa individual de tratamiento.
El paciente anciano ha de tener conocimiento de los beneficios que puede aportarle el programa de rehabilitación; necesita tener la sensación de pertenencia al propio programa y al equipo, participando activamente en todos los pasos indicados para el establecimiento de dicho programa. El terapeuta ocupacional actuara:
- A nivel individual:
Evaluación de la situación funcional, de las necesidades y de los deseos del paciente.
Establecimiento de metas y objetivos.
Establecimiento del plan terapéutico.
Aplicación de las técnicas específicas apropiadas.
Facilitación de dispositivos de ayuda, férulas, etc.
Modificación del entorno.
Modificación/ reestructuración de las AVD.
Evaluación del programa y de los resultados obtenidos.
Entrenamiento del personal para favorecer el proceso.
A nivel de grupo:
Planificación de actividades grupales en torno a objetivos comunes.
Modificación del entorno.
Entrenamiento/ formación del personal.
Mantenimiento en los procesos crónicos incapacitantes.
Los programas específicos de mantenimiento de TO son de especial importancia para el mantenimiento de la máxima independencia funcional posible de los ancianos institucionalizados, quienes están amenazados por un incremento de los niveles de dependencia.
Las áreas más importantes en las que se suelen centrar los programas de mantenimiento de TO incluyen: vestido, comida, aseo, actividades de ocio, cuidados posturales, deambulación, comunicación, ejercicio y movilidad en general.
A medida que la institución vaya incrementando el número de residentes dependientes, la necesidad de estos programas será más crítica. Para llevarla a cabo es necesaria la participación, en mayor o menor grado, de todo el personal, que debe estar formado para ello. Uno de los objetivos principales del programa de formación del personal, a este respecto será el cambio de sus actitudes y conductas, de tal forma que fomenten la independencia del paciente en vez de la dependencia.
Desde la TO acentuaremos:
A nivel individual:
Evaluación de la situación funcional, de las necesidades y de los deseos del paciente.
Establecimiento de metas y objetivos.
Establecimiento del plan terapéutico.
Aplicación de las técnicas específicas apropiadas.
Facilitación de dispositivos de ayuda, férulas, etc.
Modificación del entorno.
Modificación/ reestructuración de las AVD.
Evaluación del programa y de los resultados obtenidos.
Entrenamiento del personal para favorecer el proceso.
A nivel de grupo:
Grupos de autoayuda.
Gimnasia de mantenimiento.
Grupos de reminiscencia.
Modificación del entorno (medio facilitador).
Planificación y desarrollo de programas de activación.
Entrenamiento/ formación del personal.
Cuidados a enfermos terminales.
El terapeuta ocupacional puede proporcionar una inestimable ayuda a la hora de facilitar el máximo grado de bienestar y seguridad del entorno en su hogar, las acciones asistenciales incluirán:
Educar a los cuidadores en las formas más seguras de movilización y ayuda para el paciente.
Proporcionar el equipo adecuado, como asiento elevado para el servicio, barras de apoyo, sistema adaptado de teléfono, etc., para lograr la máxima autonomía.
Acomodar el mobiliario para incrementar la seguridad, mejorar el bienestar y eliminar barreras.
Facilitar el acceso instalando ayudas apropiadas.
Facilitar la silla de ruedas más adecuada en caso de necesidad.
Mantener el nivel de actividad y los contactos sociales el mayor tiempo posible.
Cuando la enfermedad interrumpe el nivel de actividad y la persona experimenta una pérdida del sentido de la vida, la TO puede ayudar a las personas a adaptarse a los cambios en la ejecución de las tareas y recuperar el equilibrio mediante actividades llenas de significado.
La actuación se llevara a cabo:
A nivel individual:
Evaluación de las necesidades y deseos del paciente.
Técnicas específicas para mantener el nivel funcional.
Terapia de apoyo.
Modificación del entorno inmediato.
Facilidad de dispositivos de ayuda.
Entrenamiento/ formación del personal.
A nivel de grupo:
Modificación del entorno.
Programas de activación.
Terapia de reminiscencia.
Entrenamiento/ formación del personal.
Programa de demencias
La intervención desde la TO se basará en una minuciosa valoración de la situación funcional, cómo el deterioro cognitivo generado por la enfermedad que afecta a la capacidad de realizar las AVD y cómo altera la independencia del anciano, creando problemas tanto al paciente como al entorno.
De este modo, las tareas o actividades que deben realizarse, se seleccionaran y modificarán de acuerdo con las habilidades cognitivas del paciente. El terapeuta ocupacional, valorará que clase de asistencia es necesaria para obtener las mejores respuestas del anciano en cada caso. Las adaptaciones se realizarán con el objetivo de mejorar la capacidad funcional y promover la autoestima, la dignidad, la autonomía y, en definitiva, la calidad de vida del anciano con demencia.
La intervención desde la TO seguirá los siguientes pasos:
Elección de un modelo de intervención.
Valoración del paciente.
Planificación/ ejecución de la intervención:
Adaptación de las tareas y también del entorno.
Trabajo grupal con técnicas cognitivas de comunicación.
Actividades manuales y creativas adaptadas al nivel cognitivo del paciente.
Entrenamiento de los cuidadores para enseñarles la forma de ayudar/ facilitar las tareas a los ancianos sin incrementar su dependencia.
Mantenimiento del estado físico.
Reevaluación y adaptación del plan según la evolución:
Modificación de las tareas e incremento e incremento de la asistencia según progresa la enfermedad.
Mantenimiento del estado físico.
Mantenimiento de la dignidad y autoestima.
Grupos de reminiscencia, con el fin de ayudar a mantener el contacto con el exterior.
Modificación del entorno, con el fin de garantizar la seguridad del paciente.
PROGRAMAS DE ACTIVACIÓN EN LA RESIDENCIA.
El programa de activación (PA) es un servicio ofrecido a los individuos que no pueden mantener un modelo satisfactorio de actividad de forma independiente, con el fin de motivarles y proporcionarles la oportunidad de desarrollar y acrecentar sus intereses.
La filosofía de un PA es incrementar la calidad de vida de los residentes, proporcionándoles oportunidades para la participación en actividades saludables y satisfactorias, basadas en los antecedentes, los intereses y las necesidades de los residentes.
Un PA sustenta el funcionamiento saludable cuando proporciona oportunidades para que los residentes se involucren en el autocuidado, en el trabajo y en el ocio, las tres esferas principales de la ocupación humana.
Un PA eficaz, promueve actividades dentro del esquema trabajo-ocio-descanso, respondiendo a las necesidades y deseos de los pacientes y fomentando los papeles sociales; deben ser actividades llenas de sentido, que vayan más allá del “ocupar el tiempo”.
Para que el programa sea realmente válido y productivo no basta con que haya una persona que promueva y lleve adelante las actividades, sino que es necesario implicar a los participantes en cada una de las fases del proceso planificación, desarrollo y evaluación de dicho programa. Las reglas generales para un PA son:
Promover la participación de todos los usuarios.
Despertar el interés, sacar a la luz habilidades y destrezas, estimular la confianza en uno mismo y promover la libre expresión.
Proporcionar actividades apropiadas, interesantes y estimulantes.
Estimular los contactos sociales y las relaciones de convivencia.
Ser voluntario en todo momento.
ESQUEMA DE UN PROGRAMA DE ACTIVIDADES EN UNA RESIDENCIA DE PERSONAS MAYORES
PROGRAMAS DE ACTIVIDADES
Los programas específicos que se pueden realizar en Terapia Ocupacional son los siguientes:
Gerontogimnasia.
Este programa consigue mantener, o incluso mejorar, todas las cualidades físicas, en particular la fuerza y el control muscular, el equilibrio y la resistencia. Favorece también la integración del esquema corporal y, en inmensa mayoría de los casos, mejora las habilidades de autocuidado, consiguiendo con ello un incremento de la autonomía y la calidad de vida.
El objetivo principal es mantener o aumentar la capacidad física y motora, y alcanzar un buen estado físico y mental. Mejorar aquellas conductas psicomotrices para contrarrestar el progresivo deterioro natural del envejecimiento o el deterioro por enfermedad.
Los objetivos específicos que trataremos de alcanzar serán:
Favorecer de forma integral una corporidad dinámica: conductas motrices básicas.
Estimular de forma regular las capacidades sensoriales: visión, audición y sentido cinesiológico.
Ejercitar los procesos cognitivos básicos: memoria, atención, etc.
Incrementar la capacidad funcional, el equilibrio, la agilidad, la destreza y la coordinación.
Mejorar la función cerebral y el sueño, disminuyendo los estados de depresión produciendo sensación de bienestar.
Las técnicas que se utilizarán serán:
Gimnasia inicial.
Gimnasia al aire libre.
Paseos.
Piscina.
Aeróbic.
Psicomotricidad y relajación.
Es una técnica psicocorporal. A través del cuerpo humano y del movimiento trata de conseguir que el anciano tome conciencia de las capacidades motoras, cognitivas y relacionales. Este programa pretende mermar determinadas patologías que presenta el anciano o al menos un mantenimiento general.
El objetivo general será mantener la conexión entre el cuerpo y la mente. Que el anciano tenga una imagen adecuada de sí mismo, la resocialización de la persona, y aumentar la comunicación entre los demás.
Los objetivos específicos serán:
Conocer y experimentar las posibilidades y limitaciones actuales.
Potenciar, mejorar y/ o rehabilitar el esquema corporal, esquema espacial y esquema temporal.
Facilitar las actividades de la vida diaria e instrumentales.
Favorecer la comunicación con los demás y la interacción con el medio.
Llevar la experiencia corporal al lenguaje verbal.
En este programa se trabajará:
Orientación hacia la realidad.
Reminiscencia y repaso de la vida.
Integración de las funciones cognitivas superiores: memoria, atención, juicio, etc.
Orientación tiempo-espacio.
Organización motriz (lateralidad, coordinación, dinámica general y estática)
Esquema corporal.
Técnicas de respiración y relajación.
Terapia cognitiva.
Consiste en el mantenimiento y estimulación de las funciones mentales superiores: memoria, atención, percepción, coordinación vasomotora, psicomotricidad fina y gruesa, orientación temporoespacial y personal, comunicación verbal y no verbal y pensamiento lógico y abstracto.
El objetivo general es mantener estas funciones mentales superiores durante el mayor tiempo posible, evitar un mayor deterioro de las mismas.
Los objetivos específicos serán:
Estimular la orientación temporoespacial y de la persona para lograr la unión con la realidad.
Mejorar la comunicación verbal y no verbal para mantener sus relaciones interpersonales.
Mejorar las capacidades cognitivas como atención, memoria, concentración...
Mejorar la ejecución de las actividades de la vida diaria.
Alcanzar, en la medida de lo posible, la máxima funcionalidad.
Las técnicas utilizadas serian:
Técnicas de orientación personal, temporal y espacial.
Técnicas de reminiscencia.
Técnicas de estimulación de la memoria.
Fichas cognitivas, percepción, lecto-escritura...
Actividades creativas.
Este programa busca la ocupación con actividades creativas y manuales con fin terapéutico, además refuerza el programa de Terapia Cognitiva.
El objetivo general es brindar nuevas actividades que le estimulen y descubran nuevas destrezas e intereses.
Los objetivos específicos serian:
Realizar actividades creativas donde se estimulen la musculatura funcional del miembro superior y psicomotricidad.
Estimular las funciones mentales superiores, sobretodo las praxis y favorecer la capacidad de concentración.
Potenciar la coordinación vasomotora.
Potenciar la creatividad y destreza y estimular otras nuevas.
Reforzar el sentimiento de utilidad y autoestima.
Las actividades que se podrían realizar en función de las capacidades de los residentes serian:
Tarros de sal.
Mosaicos.
Murales.
Pintar sobre madera, con acuarelas...
Tarjetas de Navidad, felicitaciones, cumpleaños...
Corcho.
Actividades de ocio y tiempo libre.
Es un programa encaminado a recuperar capacidades cognitivas mediante el recreo y actividades que sirven de distracción al usuario. Además es un complemento al programa de Terapia Cognitiva específico.
El objetivo general es estimular capacidades cognitivas a través de actividades que además de servir de diversión el usuario fomentan sus relaciones sociales.
Los objetivos específicos serian:
Estimular la participación en actividades que sirven no solo de distracción al usuario, sino que contribuyan a la creación de hobbies de iniciativa propia.
Estimular y mantener capacidades cognitivas como atención, coordinación vasomotora, psicomotricidad fina..., mediante actividades lúdicas que tienen fin terapéutico.
Fomentar las relaciones interpersonales ya que realizan estas actividades a nivel grupal en la mayoría de los casos, mejorar la integración social y la comunicación entre todos.
Las actividades lúdicas que se realizarán son:
Bingo, cartas, memory de objetos, parchís, dominó, petanca...
Salidas, celebración de cumpleaños, viajes, comidas, excursiones...
Activación
El programa de activación es un servicio ofrecido a las personas que no pueden mantener un modelo satisfactorio de actividad de forma independiente, con e fin de motivarles y proporcionarles la oportunidad de desarrollar y acrecentar sus intereses.
La filosofía del programa de activación tiene como puntos fundamentales:
Incrementar la calidad de vida de los residentes, proporcionándoles oportunidades para la participación en actividades saludables y satisfactorias, basadas en los antecedentes, los intereses y las necesidades de los residentes.
Sustentar el funcionamiento que los residentes se involucren en el autocuidado, en el trabajo y en el ocio.
Promover actividades dentro del esquema trabajo-ocio-descanso, respondiendo a las necesidades y los deseos de los participantes y fomentando los papeles sociales.
Es necesario implicar a los participantes en cada una de las fases del proceso de planificación, desarrollo y valoración de cada persona que participe en el programa.
Por todo esto las reglas generales de un programa de activación pueden resumirse en los siguientes puntos:
Promover la participación de todos los usuarios, en la medida de sus posibilidades.
Despertar intereses, sacar a la luz habilidades y destrezas, estimular la confianza en uno mismo y promover la libre expresión.
Proporcionar actividades apropiadas, interesantes y estimulantes.
Estimular los contactos sociales y las relaciones de convivencia.
Ser voluntario en todo momento.
METODOLOGÍA
Todas las sesiones tendrán una estructura fija, ya sean a nivel grupal o a nivel individual.
Presentación al grupo de las técnicas y procesos que se van a trabajar.
Explicación de la tarea, con ejemplos para ofrecer un modelo, y adecuada a la capacidad de los participantes.
Ejecución: facilitación y reforzamiento de la actitud positiva y los logros.
Puesta en común y generalización: relacionar lo aprendido con su utilidad en la vida diaria para promover la aplicación práctica de cada técnica.
En el Programa de Terapia Cognitiva se trabajará de manera específica sobre los procesos y funciones cognitivas afectadas, memoria, atención y orientación personal, temporal y espacial.
Se trabajará en grupos de cinco personas, agrupados según el deterioro que presentan. Se harán tres grupos, uno el grupo avanzado cuyo deterioro cognitivo es debido al envejecimiento, un grupo medio que presentan un ligero deterioro cognitivo, y un grupo básico, que presenta mayor deterioro. Se combinará la dinámica grupal y las tareas individuales.
En principio se va a trabajar con fichas cognitivas individuales, tras la explicación del Terapeuta Ocupacional, los auxiliares y él mismo, explicarán individualmente lo que tiene que hacer cada uno por si surgen problemas o dudas. Con estas fichas trabajaremos la memoria, la atención y todos los procesos necesarios para mejorarlas, como estimulación sensorial, atención voluntaria, estructuración, lenguaje, categorización.
Para la orientación a la realidad intervendremos a dos niveles, mediante la estructuración de la información que recibe cada uno sobre sí mismo y de su entorno:
Grupos Terapéuticos en los que se realizará una orientación personal, temporal y espacial, de forma concreta e intensa, y también se trabajarán otras habilidades y estrategias cognitivas y conductuales. Participarán todos los usuarios dado que su nivel de capacidades cognitivas, comunicacionales, funcionales y sensoriales son diferentes se harán dos grupos. En el grupo básico se utilizarán técnicas que necesiten material de apoyo como calendarios, tarjetas ilustradas de ocupaciones, objetos, oficios, actividades de la vida diaria...
Orientación a la realidad en 24 horas con los que se pretende proporcionar un ambiente en el que la persona pueda recibir la máxima ayuda de todo lo que le rodea, creando un ambiente no caótico en estímulos, sino que estos sean discriminativos y orientadores. Para ello utilizaremos señales que indiquen el nombre da cada aula, comedor, enfermería, cafetería, habitaciones..., tablones de anuncios para orientación temporal, fecha, estación del año, menú, próxima fiesta, cumpleaños, fotografías..., y tarjetas para indicar el nombre da cada persona junto a su fotografía, lujar de trabajo en la silla y en la mesa, y lugar en el comedor y la habitación. Además se dará la información verbalmente en sesiones de orientación a la realidad.
Para la realización de Actividades de la Vida Diaria, primero se les estimulará de forma adecuada considerando sus características psicológicas, psicofísicas y sociales, para que realicen de forma independiente actividades como vestido y desvestido, alimentación, higiene personal, proporcionándoles ayudas técnicas si lo necesitan, de lo que se encargara el terapeuta ocupacional. También se tendrá en cuenta la higiene postural para evitar dolores, atrofia y conseguir que se ejecute la actividad. Se utilizarán técnicas conductuales como modelado, enseñando como modelo la manera adecuada de realizar la actividad.
Para la alimentación se clasificará a todos los residentes en función de si comen solos con hábitos y modos autónomos, comen solos con supervisión e instrucciones, comen con ayuda parcial, o comen con ayuda total. Así se organizara el trabajo de cada auxiliar o cuidador para que cada uno tenga una mesa o persona asignada, y no produzca una descoordinación que desoriente a los residentes.
Para la higiene personal, se establecerán unos protocolos donde se incluirán todas las actividades, baño, limpieza de dentadura, peinado, afeitado, y se señalara los residentes independientes, los que necesitan supervisión y los que necesitan ayuda total o parcial. Estos protocolos se revisarán todos los meses para controlar los cambios.
En el vestido y desvestido se siguen distintos pasos como elegirla ropa, sacarla del armario, desplegarla y ponérsela. Cada usuario realizará los pasos que pueda solo y los que no, necesitará supervisión o ayuda. Para ello también habrá una parte del protocolo donde se indicará si realiza los distintos pasos. Este control lo realizarán los distintos auxiliares que acompañen en las actividades de la vida diaria.
En el control de esfínteres se establecerá un programa de atención, diaria y mensual, describiendo los siguientes niveles:
Diferencia entre válidos y asistidos.
Para asistidos incontinencia; orina/ heces, nocturna/ diurna.
Control de esfínteres en los distintos cambios del día.
Para válidos uso del inodoro.
En el Programa de Gerontogimnasia se realizarán actividades físicas en las participarán todos excepto quienes van en silla de ruedas con los que se realizara un programa individualizado de actividad física. Se realizarán sesiones de ejercicios con una frecuencia de 3 días a la semana, y la duración de cada sesión será de 30-40 minutos dependiendo de las actividades que se realicen. Los asistentes a cada sesión utilizarán ropa y calzado cómodo que no impida el movimiento.
El espacio donde se van a realizar las sesiones es el gimnasio, donde hay una buena iluminación, calefacción, aireación suficiente, buena visibilidad, buena audición, suelo antideslizante, adecuada distribución del espacio para realizar los ejercicios cómodamente. Junto al Terapeuta van a estar el Fisioterapeuta, que participara en la programación de las sesiones, y los auxiliares. Al principio el Terapeuta llevará la sesión y la explicara, pero más tarde los auxiliares también participaran en la dinámica, de modo que cada semana explicará la sesión un auxiliar, terapeuta o fisioterapeuta. Cada uno debe mantener un tono de voz alto y vocalizar bien, asegurarse de que lo han entendido y estar atento a lo que le sucede a cada uno como al grupo en general, si están motivados, si les gusta la actividad... La corrección de los ejercicios se hará de forma discreta y preferentemente grupal, teniendo siempre gran delicadeza en no herir ni humillar a ninguno de los participantes.
Los ejercicios van a ser rítmicos y lentos, acompañados de música para ayudar a mantener los ritmos, dinamizar, motivar y estimular al movimiento. Los ejercicios van a realizarse de forma progresiva, tanto en duración como en dificultad. Se utilizarán materiales cotidianos como periódicos, botellas, colchonetas, pelotas, aros, ... . Hay que tener en cuenta que ninguna persona mayor debe llegar a cansarse o fatigarse en exceso, porque podría aparecer algún problema físico y aparecer el rechazo a la actividad. A través de este programa de actividad física se incide también sobre las actitudes que llevan a la persona mayor hacia la dependencia, porque no solo se puede ser dependiente por razones físicas o económicas, sino también por razones psicológicas y afectivas.
El Programa de Psicomotricidad y Relajación se va a alternar con el programa de gerontogimnasia, de modo que un día a la semana se realizará una sesión psicomotricidad y otro día una sesión de relajación. Se llevarán a cabo teniendo en cuenta las mismas pautas que en las sesiones de gerontogimnasia, pero con las diferencias específicas de las técnicas que se utilizan en psicomotricidad o en relajación. Participaran todos los usuarios con la intervención de los auxiliares y el Terapeuta Ocupacional. La sesión de psicomotricidad es de dos horas distribuidas en tres grandes bloques; fase inicial de calentamiento muscular y trabajo de memoria-mantenimiento, fase de movimiento y marcha y fase de relajación final.
Se realizarán en la primera fase ejercicios de calentamiento individuales, posteriormente en la siguiente fase de movimiento y marcha se comienza con movimientos sencillos añadiendo elementos adicionales(pelotas, cintas, etc.) y se pasa de una actividad individual a un contacto con el entorno y los compañeros. También se realizarán actividades para la orientación temporal, personal y espacial, para la comunicación, actividades para la expresión emocional, para la coordinación corporal, ejercicios de lateralidad y diversos movimientos.
Las Actividades Creativas que se van a realizar(murales, collage, tarjetas de Navidad, tarjetas de cumpleaños, etc.) van a ser grupales o individuales(tarros de sal, madera, pintura sobre papel o madera, etc.). Cuando se trate de actividades grupales se pondrá en común la actividad para elegir el tema, el terapeuta se va a encargar de elegir la actividad y supervisarla junto a los auxiliares o cuidadores. Una vez distribuido el trabajo cada uno realizará lo que se le ha encargado de manera que se comprometa con el grupo para poder realizar el trabajo final. Para las actividades individuales, se pondrá la misma actividad a cada grupo, y cada auxiliar o cuidador supervisará la actividad dando apoyo al que lo necesite. Tras la explicación a cada grupo se dará el material oportuno para comenzar a realizar la actividad.
El Programa de Ocio y Tiempo Libre se va a dividir en dos programas:
Programa de Actividades de Ocio y Tiempo Libre fuera de la residencia, en el cual participarán todos los residentes que puedan salir de la residencia, así como los profesionales necesarios para supervisar la salida. Se saldrá en grupos de seis residentes y dos auxiliares o cuidadores, dos veces a la semana.
Programa de Actividades de Ocio y Tiempo Libre en el departamento de Terapia Ocupacional, en el cual participan los usuarios que asisten al taller. Se lleva a cabo una vez a la semana y se realizarán actividades como bingo, juegos de cartas, dominó, etc. También se combinarán sesiones de videos con su posterior debate y noticias de actualidad.
SEGUIMIENTO DEL PROGRAMA
Para realizar un buen seguimiento necesitamos de los protocolos, es decir, registros o escritos cuyo objeto es conservar la relación memorística de actuación y presentar una evidencia auténtica de hechos y de acontecimientos. Estos protocolos son instrumentos de verificación que incluyen cuatro aspectos fundamentales:
Datos de identificación: DNI, Tarjeta de la Seguridad Social.
Estado en el momento de la admisión: se compone de los distintos informes que se proporcionan a la residencia cuando llega el usuario, como son informe médico, informe psiquiátrico, informe psicosicial que lo remiten los Servicios Sociales, los familiares o los centros donde estuvieron anteriormente.
Datos de evolución: se componen de los informes iniciales de todos los miembros de equipo interdisciplinar, y de los informes de valoración continuada que se realizan todos los meses después de cada reunión interdisciplinar. También están aquellos informes finales de aquellos usuarios que tras asistir a determinado departamento han alcanzado los objetivos y ya no reciben tratamiento.
Información complementaria de informes médicos externos en caso de ingreso, operación, algún informe del asistente social, pensión, prestación...
Para evaluar inicialmente a cada paciente utilizaremos unas escalas determinadas que se utilizaran en las posteriores evaluaciones. En estas evaluaciones tendremos que constatar si estas escalas son válidas, si se obtienen los datos que se buscan, si son objetivas, etc. Para el planteamiento de los objetivos comprobaremos si son realmente los objetivos que pretenden conseguirse, si son los indicados para alcanzar el máximo beneficio y convivencia del usuario, si son claros, alcanzables, compatibles entre si, también si su temporalización es adecuada tanto en secuencia, es decir si son a corto, medio o largo plazo, como el tiempo en que se pretenden conseguir.
Durante el tratamiento analizará hasta que punto se ponen en práctica todas las actividades programadas y si se siguen las directrices establecidas, y los resultados obtenidos en cada usuario. Estos dos aspectos se evaluaran de manera sistemática y continuada de manera que se conocerá si el tratamiento es adecuado y se esta poniendo en práctica bien. Si por el contrario no es efectivo se conocerá si es porque el tratamiento no está bien diseñado o si no se aplican las técnicas de tratamiento adecuadas.

1 comentario:

  1. huy super buena la publicacion ya que me ayudo mucho para el trabajo q estaba buscando muchas gracias jota

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